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martes, 28 de septiembre de 2010

INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA. JULIO CORTÁZAR



Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Síntesis sobre EL PRINCIPITO elaborado por estudiantes de Sexto

Cómic sobre EL PRINCIPITO elaborado por los estudiantes de Sexto

viernes, 24 de septiembre de 2010

POEMA DE LA CREACIÓN KOGUI, MITO COLOMBIANO DE LA CREACIÓN KOGUI

Primero estaba el mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, ni gente, ni animales, ni plantas. Sólo estaba la madre mar. Y ella era agua y agua por todas partes. Era río, laguna, quebrada y mar. Así ella estaba en todo lugar. La madre no era gente, ni nada, ni cosa alguna. Ella era Aluna. Era espíritu de lo que iba a venir: Era memoria y pensamiento. Y cuando la madre existió sólo en Aluna, se formaron arriba los nueve mundos. En el primero estaba ella, la Madre, el agua y la noche. Y también el padre y el hijo. Pero ellos no eran gente ni nada, ni cosa alguna. Ellos eran Aluna. Espíritu y pensamiento. Eso fue el primer mundo.

Cuando se formaba el noveno, el más alto, surgió una inmensa ceiba del mar transparente. Alrededor de ella cuatro dioses construyeron el primer templo, Aluna. Aún no amanecía y la tierra era floja bajo la tiniebla. Entonces la Madre arrancó un pelo de pubis y lo untó de sangre de su mes. Así, en la casa de la Espuma se formó a Sintana, el primer hombre. Con Sintana se hizo la luz amaneció el primer día de la creación. Luego cuatro señores empezaron a secar la tierra y a empujar lejos el mar circundante. Hicieron esto día y noche, sin cesar. El mar se alejó. Al final cantaron en el templo:

- Madre, danos las mujeres.

La madre tenía nueve hijas. Cada hija era una calidad diversa de tierra para cultivar: arenosa, gredosa, amarilla. Pero todas estériles, infecundas. Y los cuatro señores dijeron a la madre:

- Danos tu hija negra, tierra negra, buena para la siembra.

La madre se negó y la guardó en un lugar oscuro. Los cuatro señores se colocaron en las cuatro esquinas del mundo y Sintana bailó y cantó en el centro del templo. - Inda - u - o, ahora tendré aquí mi templo.

Tierra negra oyó el canto y, subyugada por la belleza de su voz, se levantó, pero

no se atrevió a salir. Sintana llamó al viento y le pidió ayuda. El viento buscó y buscó por los rincones hasta hallar la muchacha, y tomándola por la cintura la llevó donde Sintana.

Así, en el templo, comenzó la vida humana, y del templo salió Sintana a poblar el mundo Kogui.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Final del Principito

Aquel hombrecito, ya estaba cansado de caminar, yo confieso que también lo estaba, veía en su rostro de cansancio su desesperación por descansar. Entonces me atreví a decir a mi pequeño príncipe.¿te llevo en mis brazos mi pequeño? él con su orgullo por delante me dijo que ¨NO¨ seguimos pues caminando hasta que encontramos un pequeño pueblo, me sentí como nunca me había sentido,un alivio inmenso. Cayó la noche pues y me encontraba con el principito y me dijo con su hermosa voz- ya es hora de partir- me dijo, la verdad yo no entendí precisamente que me quiso decir entonces le dije:¿ah mi pequeño príncipe ya te marcharas?- Calló en un silencio profundo y me respondió- la pase muy bien contigo,-me entristecí mucho pero sabia que pasaría Entonces el principito se fue desvaneciendo suavemente frente a mi hasta que ya no lo vi...

Allison López Mora. 6-6 Sede República del Perú. IETI Antonio José Camacho

Nuevo Final para EL PRINCIPITO

El aviador arreglo el avión y le dijo al principito:
-ya arregle el avión.
El pequeño príncipe dijo:
-¿ya esta listo?
El aviador respondió:
-¡si!
Se subieron al avión y después de despegar dijo el príncipe:
-el desierto amarillo es como el sol tan lindo pero a la vez muy agotador.
Luego dijo:
-¿nosotros podemos ir a mi planeta?
-es que extraño ver a mi flor.
El aviador y el principito fueron al planeta del pero al llegar ahí el príncipe se dio cuenta de algo y después dijo:
-¿Dónde esta mi flor?
-¿Dónde está?
Se encontró el globo de vidrio abierto.
-fue el cordero.
-¿porque lo hizo?
El aviador para calmar al pequeño príncipe le dijo:
-pudo tener hambre y se la comió.
El príncipe dijo:
-si.
-tienes razón.
-tal vez pudo tener hambre.
El principito se quedo quieto y nostálgico por su flor.
Pero después de recapacitar dijo:
-tendré que empezar de nuevo.
Luego el aviador dijo:
-a que te refieres.
El príncipe respondió:
-tendré que domesticar a otra flor.
Después el aviador dijo:
-¿Por qué?
El pequeño príncipe dijo:
-Por que necesito tener a quien cuidar.
-necesito tener un amigo.
El aviador respondió:
-me tienes a mi.
El principito dijo:
-si.
-tu eres mi amigo.
Pero no te puedo criar.
-además los pételos de esa flor eran rojos como mi corazón y su muerte me dejo perplejo.
El principito tuvo que volver a domesticar una flor y criarla.

Juan David Romero Henao. 6-6 Sede República del Perú. IETI Antonio José Camacho

NUEVO FINAL DEL PRINCIPITO

La media tarde caía y un fuerte sol iluminaba el planeta, y desde los lejos se contemplaba el principito. Estaba sentado en la punta de una roca observando a lo lejos el desértico lugar, contemplaba el sol ardiente y una voz susurraba ¿recuerdas este lugar? Si este me es familiar, seguí acercándome al principito y de pronto una gran serpiente cubrió la roca en forma circular, el principito se puso pálido, de temor y un ¿cuidado? Hizo que la serpiente estirar su cabeza y mordió el pie derecho del principito y huyo del lugar, me acerque y lo tome en mis brazos estaba pálido y frio, lo abrigue con su bufanda y saque agua de mi bolso y le di a beber, le saque el veneno, el principito me miro lleno de agradecimiento y felicidad.
Me alegra verte dijo el principito y que hayas decidido volver a tu planeta. Sabes yo también regreso a mi planeta y ahora con mi pie enfermo pero todo lo que he vivido lo recordare con alegría y tratare de revivir todo lo sucedido en mi pensamiento como si cada día que pasa viviera de nuevo lo antes vivido.
Lo deje sentado, al principito sobre el pasto verde, el principito se sonrió y tomo mi mano, me dio su bufanda y dijo:”tómala y cada noche o día que pase llévala contigo y recuerda que yo estaré ahí en todo lugar, igual hare yo al saber que no la tengo será porque está ahí caída tu flor y tómala, este cajón es para que selo coloques y la protejas para que nadie las dañe”, un gran rayo de luz ilumino el lugar y un adiós salió desde la lejanía se alejo.
Ya han pasado ocho años desde que deje todo atrás y viví esta historia maravillosa, mis amigos están felices de verme, pero estoy triste y debo ser fuerte.
Pasan los días y recuerdo todo con tranquilidad, trato de no llorar ni de estar triste y conservo la bufanda y cada día y cada noche es importante para cubrir mi vestimenta ahora forma parte de mi, y cada que la llevo conmigo es como si el principito estuviera aquí conmigo, ahora me pregunto si el todavía me recuerda, como estará su pie sonaría bien, y su flor; si aun sigue igual de bonita y si la riega todo los días, quisiera hablar de esto con alguien mayor pero quizás nadie me entienda.
Para mi ese lugar es algo hermoso y lo mejor del planeta, aun dibujo los lugares recorridos donde el principito apareció y luego se alejo y espero algún día volver a ese lugar, quisiera cerrar
los ojos y que todo fuera igual que antes, pero sé que nada volverá hacer, debo seguir el paso del tiempo, todo pasara, mi edad, mi madurez, pero el principito siempre estará ahí, y sé que tarde o temprano volveremos a vernos y no se alejara; es de noche cierro mis ojos y está ahí, y una gran sonrisa ilumino su rostro, toma mi mano y todo se transformara en fantasía, fantasía que yo solo puedo mirar…

Nicolás Castro, 6-5 Sede República del Perú. IETI Antonio José Camacho